martes, 22 de diciembre de 2009

- ¿Qué se siente, tener el corazón roto?
- ¿El corazón roto?
- Sí.
- Se siente terrible. ¿Por qué preguntas?
- Porque más de una vez, escuché a la gente decir, que le habían roto el corazón. Y yo pensaba que el corazón, era invencible...
- Es que, hijo, el corazón es especial. A mi, a lo largo de los años, me dijeron que el corazón no dolía, que era el único órgano que no dolía. Y yo nunca creí en esas palabras...
- ¿Por qué no, papá?
- Y... porque a mí, el corazón, fue el órgano que más me dolió.
- ¿Y cuándo duele? ¿O por qué?
- El corazón duele, como bien dice la palabra, cuando hay dolor y tristeza...
- ¿Y por qué? ¿Por qué el corazón y no el pie, o la oreja?
- Porque el corazón es quién te da vida, supongo.
- Sí, pero si te da vida, es injusto que duela, no debería de doler, entonces...
- Lo sé hijo, lo sé...
- ¿Y a vos te lo van a sacar porque te duele, pa?
- ¿Eh? ¿Quién dijo que me lo iban a sacar?
- Vos. Yo te escuché hablando por teléfono, sin querer. Y dijiste que te lo tenían que sacar... ¿Es porque te duele mucho, papi?
- Es porque lo tengo roto, hijo. Cuando se fue mamá, mi corazón se entristeció mucho, y se enfermó.
- Pero... si el corazón es quién te da vida, como vos decís. Si te lo sacan, ¿no vas a poder vivir más?
- Siempre voy a vivir, mientras vos mantengas sano el tuyo.
- Pero al mío, le va a pasar lo mismo que al tuyo. La diferencia es que tu corazón se enfermó, porque mamá se fue al cielo. Y el mío se va a enfermar, porque el tuyo no va a estar, y vos tampoco...
- Quedate tranquilo, que para eso falta mucho, hijo...
- Bueno pa... vamos, que llegamos tarde a tu turno con el cardiólogo...
- Se ve que vos escuchas todo, ¿eh?
- Siempre escucho todo, pero muy pocas veces hablo.
- Estás creciendo, campeón.
- Gracias papá... ¡Dale que te toca a vos!
- Esperame que salgo enseguida...
(entra al consultorio)
- ¿Qué tal señor, en qué puedo ayudarle?
- Mire doctor, me mandaron a hacer un estudio del corazón. Si mal no recuerdo, me pidieron una resonancia...
- ¿No le habrán dicho un ecodoppler?
- Exactamente, eso.
- Bueno. Acompáñeme un segundo, por favor.
- De acuerdo.
- Recuéstese sobre la camilla, esto tomará unos minutos...
- Bueno.
- Ahí empezamos. Esto que voy a pasarle es para observar su corazón en el computador, y su funcionamiento; no duele ni mucho menos.
- Hay dolores peores, ¿o no, doctor?
- Eso dicen... parece que no vamos a poder hacerle el estudio, la máquina no está funcionando correctamente...
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que anda mal?
- No logramos ver su corazón.
- Pero ese no es un error de la máquina.
- ¿Cómo dice, señor?
- Que no es un error de la máquina. Las máquinas muestran lo que ven, y si no muestran nada, es porque no se ve nada. El error estaría, si en la pantalla, pudiéramos ver un corazón.
- ¿Usted está queriéndome decir, que no tiene corazón?
- ¡Exactamente, doctor!
- Y si no lo tiene, ¿cómo es que vive?
- Porque a mi hijo aún no le rompieron el corazón, y todavía está sano. El corazón puede dar vida y ser el motor, pero el mío se fue con mi señora, hace un par de meses...
- Lo siento mucho, señor. Pero, es imposible que usted respire, razone y demás acciones, sin corazón.
- Doctor, ver para creer. No tengo corazón. Vivo y respiro y razono, porque para mi, mi motor y mi corazón, es mi hijo. Si el muere, yo muero. Si el vive, yo vivo. Y es por eso que aún puedo hablar...
- Es increíble... Disculpe, está sonando mi teléfono de emergencias...
- Atienda tranquilo, doctor.
(conversación del doctor)
- ¿Sí?
- Doctor, emergencia en sala de espera. Niño joven tuvo un paro cardiorespiratorio, y creo que no podemos salvarlo.
- Ahí voy para allá, inmediatamente.
- Ya es tarde, doctor.
(termina la conversación y vuelve con el paciente)
- Disculpe. Tenía que...
(observa, que su paciente había muerto, de un paro cardiorespiratorio)
- Era cierto. Si su hijo moría, el iba a morir... Su hijo, era su corazón externo, porque el interno, ya había muerto, al mismo tiempo que murió su señora. Y él murió, en el momento en que no podía sentir, el corazón de su hijito, latir.

El corazón puede funcionar enfermo, con poca sangre, incluso más muerto que vivo. Pero sin duda alguna, el corazón muere y deja de funcionar, cuando ya no tiene amor.

1 comentario:

  1. - Doctor, ver para creer. No tengo corazón. Vivo y respiro y razono, porque para mi, mi motor y mi corazón, es mi hijo. Si el muere, yo muero. Si el vive, yo vivo. Y es por eso que aún puedo hablar...


    Que loco que pase eso. Que loco que me pase eso con vos. Que loco que te ame tanto, y que ya no pueda si no es con vos. Me RE gusto. Lo voy a leer de vuelta (la tercera vez)

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