lunes, 30 de noviembre de 2009

Quisiste escapar en el momento en que escupía las palabras. Quisiste hacer oídos sordos, pero no resultaba. Lo que estaba diciéndote, te estaba matando lentamente por dentro, y por fuera. Te estabas ahogando entre lágrimas que creías prohibidas, y no había manotazo de ahogado que pudieras dar. El dolor se estaba mezclando con la locura y el amor.
Por un momento te bloqueaste. Tu mirada estaba clavada en un punto fijo, y su mirada de todas formas te penetraba, te lastimaba. Cada segundo caías más abajo, estabas casi tocando la superficie del fondo de algo (o nada), cuando unas palabras que alcanzaste a escuchar te arrastraron a la realidad nuevamente. Pero no querías estar ahí, ni ahí, ni en ninguna parte. Querías estar sola, y lo estabas, pero querías estar más sola.
Tu mente, mientras tanto, rebobinaba en el tiempo que no existió ni existe.
Estabas divagando, delirando; estabas completamente perdida.
Perdiste tus ganas de vivir, y no sabes a dónde salir a buscarlas para encontrarlas. Las necesitas, te estás derrumbando, estás cayendo. Y eso no es lo peor. Lo peor es que no queres ir a buscarlas, no ahora.
La sonrisa frágil se quebró, te quebraste. ¿Y ahora?

domingo, 29 de noviembre de 2009

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Estás sentada en una silla, con un cuaderno entre manos apoyado sobre ambas piernas, y una lapicera que pareciera estar diseñada, justo hoy, para escribir lo que sentís. Estás sentada, sola, y vacía.
Por unos segundos solamente miras la hoja, los segundo de repente son bastantes minutos, y logras observar que tus ojos se empañan sin dejar caer las lágrimas que quieren nacer y morir en un santiamén. Las líneas, llamadas renglones, automáticamente desaparecen, transformando la hoja en un pedazo de papel blanco (¿acaso la hoja no es eso?), que te hace sentir completamente incompleta.
Desvías tu mirada del papel, miras a tu izquierda, y sin emitir sonido alguno, tomas una gomita de color verde de entre todas las que estaban dentro de la bolsita que te habías olvidado, dejaste sobre la mesa. De la nada, clavas tu mirada en una gomita de color rojo, que te trajo un recuerdo lleno de nostalgia. Corres la mirada, volves a mirar, introducís la gomita verde en tu boca, e instantáneamente volves a tu posición inicial.
Mientras la sustancia saborizada se disolvía en tu boca, una lágrima cayó, sin que pudieras controlarla; se te fue de las manos. Desesperadamente, virás a tu derecha, y con tu abrigo la sacas de tu cara. Hoy, te averguenza llorar.
Una brisa suave, entre por entre la ranura de la puerta, y sentís que te acaricia, que te abraza, te consuela. Vos permaneces inmóvil, no tenes ganas de moverte, no tenes ganas de nada. La lapicera sigue moviéndose dibujando letras que forman palabras que van formando oraciones que, a su vez, sentís que te están desgarrando. Vos, tan aficionada siempre de las palabras, hoy no queres tener contacto con ninguna. Cuando alguien te habla, asentís con la cabeza, o gestualmente contestas, no queres hablar, estás negada, bloqueada, y te seguís sintiendo sola, cada vez más sola.
Miras al piso y ves tu mochila por un momento; de repente recordaste que 20 rubios estaban guardados. 20-1= 19, tomaste el encendedor de tu bolsillo y encendiste el cigarrillo. Jamás habías prestado atención a como éste se consumía... quedaste atónita al imaginar imágenes cuando despedías el humo por tu boca; te refregaste los ojos para no pensar que estabas loca, pero las imágenes no desaparecían, y al cigarrillo no le quedaban más de dos pitadas de vida. Murió, lo apagaste contra el cenicero, y ya estaba. No había más humo, ni imágenes, ni nada.
Un fuerte dolor de cabeza te dominaba, producto del desvelo y el insomnio de la noche anterior. Conociste el techo de tu habitación a la perfección. Y todavia te preguntas cómo puede un foco explotar estando apagado. Fue el único susto de tu interminable noche. Y la explosión generó otra explosión en vos; estallaste en un llanto angustioso, desmedido, doloroso. Tal vez sea por eso, que hoy no queres llorar. Estás débil, otra vez.
La hoja empezaba a llenarse, y el paquete de cigarrillos a vaciarse.
Necesitabas un café, una aspirina, un calmante. Pero hace rato que no tomas nada de eso.
Estás perdida, y no sabes que hacer. Y un mapa, no es la solución.

martes, 24 de noviembre de 2009

No more dreaming about
Tomorrow
Forget the loneliness and the sorrow
I’ve got to say
It’s all because of you

I wanna show you my heart is oh so true
And all the love I have is
Especially for you

I wanna tell you, you mean all the world to me
How I’m certain that our love was

Meant to be
You changed my life
You showed me the way

I’ve got to say
It’s all because of you

lunes, 23 de noviembre de 2009


123
días

2952 horas

177120 minutos

10627200 segundos

En realidad, eso es relativo, ¿no? porque como más de una vez dijimos, el tiempo entre nosotras no existe. Pero si nos ponemos a hacer cuentas, cosa que no se debería hacer, pero que tuve intriga, sin embargo, de hacerlo, esos serían los resultados.
¿Qué puedo decirte, que ya no sepas? en realidad, lo sabes todo. Porque hoy me encargué de hacértelo ver, una vez más. Ya son cuatro los meses que venimos compartiendo, y es increíble como tan poco tiempo parece no sé, ¿años?, sí, totalmente. Es increíble también, todo lo que me haces sentir, con tan sólo hablarme, mirarme, o callarte. Simplemente tu presencia genera en mi sensaciones únicas. VOS logras en mi, cosas únicas. Y eso es algo que sin duda, merece ser reconocido.
No puedo explicar, no tengo palabras, para poder expresar, todo lo que te amo. Porque realmente, te amo, y más de lo que alguna vez imaginé, que podría llegar a amarte. Me complementás, sos mi mitad, tal cuál te dije hoy. Me haces falta para todo, y te tengo presente en cada mínimo detalle, en cada cosa, en todo mi amor, en todo.
Y lo que más me gusta últimamente, es como juntas, superamos todos los obstáculos, o todas las cosas malas que nos vienen pasando. Es increíble como estando con vos, no tengo problemas de nada, y si los tengo, ni se notan. Porque vos, me haces olvidar de todo, de todo lo que no tenga que ver con vos. Me tenes estupidazada, idiotizada, "timetizada", o algo así, no sé.
Y como ambas sabemos, mi blog es como una agenda, y no podía faltar esta fecha para recordar, para que se una a uno más de mis recuerdos, de NUESTROS recuerdos. Porque hoy, comparto con vos, mi vida, y en ella, entran estos recuerdos, y seguramente vayan a entrar muchos más.
Así que no tengo más que decir, que te amo. Y que gracias por todo, por estar conmigo, por entenderme y por darme el lugar de estar con vos, al lado tuyo, en tu vida.


Te amo, mi amor ♥

lunes, 16 de noviembre de 2009

Cinco palabras,

Yo a vos te amo.
Lifetime...

domingo, 15 de noviembre de 2009

Puedo ponerme cursi y decir, que...

Hay veces en que una persona suele ponerse cursi, ¿no?
Son esas veces en las que queres decir, tal vez, más de lo que podes decir; aunque bien sabemos que no son las palabras nuestras únicas amigas para poder expresarnos.
En fin... me estoy enamorando.
Y digo "me estoy", porque no creo que pueda terminar de enamorarme alguna vez, y eso no es malo. Yo me enamoro todos los días, quizás de las cosas de las que menos pensaba que podría llegar a enamorarme alguna vez.
Me enamoro de los detalles, de los tuyos; de las cosas que haces y que no haces también.
De tus sonrisas, de tus palabras y silencios. De tus enojos, de tus caprichos y misterios.
Me enamoro día a día un poco más de vos, porque es tu persona quién me hace enamorarme y perderme en mi misma.
Y lo más genial de todo esto, es que me pierdo con vos. Porque tu compañía no me falta en ningún momento. Ya sea física o emocionalmente, siempre estás conmigo, al lado, sosteniéndome si creo caer, o agarrándome la manito cuando simplemente quiero caminar con vos.
Tal vez sea un poco loco, ¿no? el tiempo definitivamente entre nosotras no existe, y fue todo tan raro, que es hasta el día de hoy en que me cuesta creer que es verdad, pero sosteniendo una y mil veces que es real.
Todo lo que vos me das, todo lo que viene de vos, realmente supera toda expectativa que alguna vez me pude llegar a generar. Y si bien tenemos nuestras peleas, y si bien solemos discutir más de una vez, como ya hemos dicho, esas cosas también nos unen más de lo que imaginamos que tal vez, podríamos llegar a unirnos.
Y hoy te veo conmigo, e individualmente también, y me creo afortunada por saber que al igual que yo, decidiste compartir tu tiempo conmigo.
Aquellos instantes de felicidad, que son los que te acercan cada vez más a ella supuestamente, con vos son constantes. No hay momento en el que no me hagas feliz, no lo hay. Porque incluso, en los momentos malos o en los que nos volvemos un tanto distantes, encuentro esa pizca de felicidad que solamente vos podes darme. Me haces feliz.
Y te amo. Uf, si pudiera explicar cuánto y por qué te amo, tal vez no te amaría ni la mitad de lo que digo que te amo. Ese sentimiento nació solo entre nosotras, fue algo que me sorprendió, y que es el día de hoy que todavía me sorprende. Si bien no somos de las personas que se dejan guiar por lo que dicen las palabras, es increíble lo que esas dos generan en mi.
Cuando te escucho decirme que me amás, de repente no sé, no hay nada. O tal vez ese todo, se vuelve nada, no sé. Hay muchas cosas que no sé, que me gustaría saber... pero me conformo hoy en día con lo poco que sé, que tal vez sea mucho, tal vez sea todo. Me conformo con saber, y hacerte saber en este momento, que te amo. Te amo.
"Sabrás que no te amo y que te amo puesto que de dos modos es la vida, la palabra es un ala del silencio, el fuego tiene una mitad de frío. Yo te amo para comenzar a amarte, para recomenzar el infinito y para no dejar de amarte nunca: por eso no te amo todavía. Te amo y no te amo como si tuviera en mis manos las llaves de la dicha y un incierto destino desdichado. Mi amor tiene dos vidas para amarte. Por eso te amo cuando no te amo y por eso te amo cuando te amo".
Gracias por estar conmigo y por dejarme estar con vos. Más allá de todas las palabras que puedan servir en este momento, te digo gracias.
Te amo, mi amor.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Lo peor del amor, cuando termina,
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos.

Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos.

viernes, 13 de noviembre de 2009


Mi corazón está colgando en tus manos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Sólo hay algo mejor que pararme a pensar en ti,
recorrerte desnuda, de principio a fin.
Hace rato que lo venía sintiendo, sintiendo más que pensando; pero como casi siempre hacía falta alguna coagulación exterior para que la informe y neblinosa madeja interna se agrumara de golpe y adquiriera sentido. En este caso el encuentro fortuito de elementos heterogéneos se me dio una mañana en una carnicería del Faubourg Saint-Denis, donde estaba eligiendo un salame, dos bifes tiernos y un paté, y mientras esperaba el paquete sentí que mi pie izquierdo marcaba un ritmo en las baldosas y tardé un segundo en descubrir que mi cuerpo obedecía a la música de ambiente que cada vez más reina en las tiendas para supuesto contento de empleados y clientes.
Si la música hubiera sido la habitual en estos casos (debe haber proveedores de cassettes especialmente destinadas a los supermercados y otras tiendas), la hubiera ignorado sin el menor esfuerzo, por aquello de no hay mejor sordo etc., pero mi pie se estaba moviendo con algo así como un reconocimiento profundo de algo personal, de algo querido, de Jazz me Blues desde la corneta de Bix, desde los Wolwerines impensablemente tocando Jazz me Blues en una carnicería parisiense. Cuando me di cuenta, porque del pie a la cabeza hubo un trecho de incredulidad, de maravillado absurdo, mucho de lo que había estado sintiendo en otros terrenos y en otros días cuajó de golpe y empezó a venir a la palabra. El amor de un argentino por Bix Beiderbecke y los bifes cerró el triángulo; casi enseguida (en el café de la esquina, hora tan propicia para el Cinzano de las once de la mañana, hora tan propicia para el Cinzano y el tabaco negro) todo eso viró a la literatura. Por primera vez vi claro en la madeja.

Valía la pena pensarlo bien y después, es decir ahora mismo, escribirlo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Y en un soplo veo
proyectado,
como un film
toda mi vida.

miércoles, 4 de noviembre de 2009













Veo a la gente corriendo,
como una coreografía
sin fin.

martes, 3 de noviembre de 2009

Me gustaría decirte tantas cosas ...



Dreams, little dreams

pequeños sueños.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Llueve, más adelante -

Luchar contra ciertas cosas que sólo se solucionan con el tiempo es desperdiciar energías. He aquí una cortísima historia china que ilustra bien lo que quiero decir:

En medio del campo, comenzó a llover. Las personas corrían en busca de abrigo, excepto un hombre, que continuaba caminando lentamente.

¿Por qué no corre usted? -le preguntó alguien.

Porque más adelante también está lloviendo -fue su respuesta.

Estaba en la playa con su padre y él le pidió que probara si la temperatura del agua era buena. Ella tenía cinco años y se entusiasmó de poder ayudar; fue hasta la orilla del mar y se mojó los pies.
-Metí los pies. Está fría- le dijo.
El padre la tomó en brazos, fue con ella hasta la orilla del mar y sin ningún aviso la tiró dentro del agua.
Ella se asustó pero después se divirtió con la broma.
-¿Cómo está el agua?- preguntó el padre.
-Está buena- respondió.
-Entonces, de aquí en adelante, cuando quieras saber alguna cosa, zambúllete en ella.

Moverse y vivir -

Estoy en una fiesta de San Juan, con barracas, tiro al blanco, comida casera. Lo único que llama la atención es que, desde determinado ángulo de la fila de casas de dos pisos, podemos ver los edificios más altos del mundo; la fiesta del interior tiene lugar en pleno Nueva York.

De repente, un payaso comienza a imitar todos mis gestos.

La gente se ríe, y yo también me divierto. Al final, lo invito a un café.

“Comprométete con la vida,” dice el payaso. “Si estás vivo, tienes que sacudir los brazos, saltar, hacer barullo, reír y hablar con la gente, porque la vida es exactamente lo contrario de la muerte.

“Morir es quedarse siempre en la misma postura.

Si estás quieto mucho rato, no estás viviendo”.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Uno, no; siete.


No todo en la vida es de un color o de otro.
Miren sino el arco iris.
El padre estaba tratando de leer el periódico, pero el hijo pequeño no dejaba de molestarlo. Ya cansado de eso, arrancó una hoja —que mostraba el mapa del mundo—, la cortó en varios pedazos, y se los entregó al hijo.
Listo, ahí tienes algo que hacer. Esto que te acabo de dar es un mapa del mundo, y quiero ver si puedes armarlo exactamente como es.
Y volvió a su periódico, sabiendo que aquello iba a mantener ocupado al niño por el resto del día. Quince minutos después, sin embargo, el jovencito volvió con el mapa.
¿Tu madre estuvo enseñándote geografía? —preguntó el padre, aturdido.
No sé qué cosa es eso —respondió el niño. —Sucede que, del otro lado de la hoja, estaba el retrato de un hombre. Y, una vez que logré reconstruir al hombre, el mundo también quedó reconstruido.