sábado, 6 de noviembre de 2010

Bla, bla, bla.

Y entonces tu fantasma golpea a mi puerta..
Y me ve, sentada con un vaso en la mano,
un cigarrillo en la otra, unas ojeras disimuladas,
un corazón en descomposición,
y una toz de cobardía.
Me ve y me juzga.
Me hace ver las realidades que evito durante el día,
y me muestra los sueños que no quiero soñar por las noches.
Me da un abrazo soberbio de consuelo,
y me da la espalda creyendo ser sincero.
Me busca y dejo que me encuentre.
No quiero correr de tus suspiros ni murmullos,
no tengo miedo de conocerte de nuevo,
no me das miedo, ni me das temor.
Me das ganas de volver a conocer lo que
se suponía,
había en vos.
Sé que los fantasmas existen solo en nuestra mente,
no creo que seas un fantasma,
no creo en lo que no puedo ver,
pero sí en lo que puedo sentir.
Y te siento.
No sé cómo ni por qué,
tampoco desde cuándo,
pero te siento.
No recuerdo haber sentido alguna vez así.
Y entonces tu fantasma golpea a mi puerta..
Y comienzo a recordar.

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