domingo, 7 de febrero de 2010

Resulta que, a veces, estar solo también pasa a ser una especie de necesidad. Uno quiere estar acompañado, hasta que descubre que la soledad no es tan mala acompañante. Es cuestión de aprender a disfrutar, el tan simple pero no tan simple hecho, de estar solo.
Muchas veces, pensar en voz alta, es mejor que hablar con alguien más. Cuando uno habla, inconscientemente está esperando una voz o una persona, que responda automáticamente. Y si no responde, se espera que actúe, o que haga ALGO.
Pero, ¿qué pasa cuando pensas en voz alta? La única persona capaz de responder, física y lógicamente, sos vos. Y olvidate de que haya alguien más, ¿eh?
Porque solamente, estás vos.

Pd: (suelen haber casos en que estás como ausente, y ahí directamente, no hay NADIE).

No hay comentarios:

Publicar un comentario